Esperando mesa en la comida japonesa… pasaron los minutos, hasta que la mesera se acerco y dijo..: La “chava” de aquella mesa, dice que si quieres sentarte con ella, para que no esperes más tiempo.
Voltee hacia donde se encontraba aquella mujer joven que comía arroz a unos metros de distancia de mi lugar.
El tiempo, (factor importante)… las demás mesas llenas… Acepte.
Hola, buenas tardes, la salude y me senté frente a ella.
Me dijo: Es muy feo estar sola esperando, mejor siéntate aquí, y pide. Ya casi me voy.
Sonreí.
En un espacio de diez minutos tal vez, me contó que se dedicaba a vender “arte” pintura, su hobie, aunque llevaba una camiseta con el logo de una cadena hotelera.
Vivo en el D.F. aquí el tiempo se pasa lento..:. Contradictoriamente, mientras comía su último platillo pedía la cuenta, y una limonada más, abría su bolso, y seguía platicando… (Se hacia tarde).
La cuenta llego junto con su galleta de la suerte (China). Rompió la galleta, y saco el papelito. A lo que me dijo, “nunca me como las galletas, pero tengo muchos papelitos con mi suerte”.
Termino de hacer todo aquello y se fue con una sonrisa.
Termine de comer sola… cuando llego mi galleta de la suerte (que sí comí) pude leer la frase…
Unos buenos amigos hallarán su camino.
Voltee hacia donde se encontraba aquella mujer joven que comía arroz a unos metros de distancia de mi lugar.
El tiempo, (factor importante)… las demás mesas llenas… Acepte.
Hola, buenas tardes, la salude y me senté frente a ella.
Me dijo: Es muy feo estar sola esperando, mejor siéntate aquí, y pide. Ya casi me voy.
Sonreí.
En un espacio de diez minutos tal vez, me contó que se dedicaba a vender “arte” pintura, su hobie, aunque llevaba una camiseta con el logo de una cadena hotelera.
Vivo en el D.F. aquí el tiempo se pasa lento..:. Contradictoriamente, mientras comía su último platillo pedía la cuenta, y una limonada más, abría su bolso, y seguía platicando… (Se hacia tarde).
La cuenta llego junto con su galleta de la suerte (China). Rompió la galleta, y saco el papelito. A lo que me dijo, “nunca me como las galletas, pero tengo muchos papelitos con mi suerte”.
Termino de hacer todo aquello y se fue con una sonrisa.
Termine de comer sola… cuando llego mi galleta de la suerte (que sí comí) pude leer la frase…
Unos buenos amigos hallarán su camino.
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