viernes, febrero 24, 2012

.14.:.

Cuando aparece la tempestad es mejor empaparse con su lluvia, dejarse cegar por sus relámpagos, aguzar el oído para escuchar sus truenos. Ha venido a trastocar tu vida y de nada sirve lamentarse nostálgicamente por la bonanza perdida. Tras la tempestad, algo en ti habrá sido destruido, pero el aire será más puro y tu espiritu habrá quedado contagiado por su fuerza.


Rafael Argullol.