Durante más de una década ya, hemos escuchado hablar de los organismos genéticamente modificados, Transgenicos… alguna vez escribí algo sobre esto, pero hasta ahora, jamás sentí tanto miedo, coraje e impotencia de su presencia en nuestras vidas.
A lo que se refiere a los alimentos, supe que desde el 2000 (oficialmente) estos productos están a la venta para nuestro consumo. Lo peor, es que no todos lo sabemos. Los gobiernos hasta ahora no exigen a las empresas el etiquetado de los productos que salen al mercado indicando si contienen algún ingrediente modificado genéticamente.
El primer alimento transgenico fue un jitomate, que en apariencia no tenia nada diferente a un jitomate natural. Un estudio revelo que el estomago de las ratas a las que se les dio de comer este jitomate, se vio afectado y que además los jitomates se echaban a perder rápidamente. Este es solo un ejemplo entre millones que existen alrededor del planeta.
Semillas como la avena, el trigo y el maíz ya han sido modificadas y hasta la fecha desconocemos del todo las consecuencias que su consumo puede traer a la salud y al medio ambiente. Otro aspecto importante es que la diversidad entre especies se pierde, limitando su riqueza y su vez induciendo que en la actualidad y el futuro la mayoría de los alimentos que tengamos sean transgenicos provocando hambrunas, problemas en a salud y en el ambiente. Contrariamente a la idea que se maneja que los alimentos transgenicos resolverán el problema del hambre en el mundo.
Monsanto la compañía más importantes en la producción de semillas transgénicas en el mundo, tiene bajo su poder las patentes de los genes introducidos en distintas especies. Esta empresa como algunas otras, trabaja para apoderase de nuestros alimentos, estudiarlos y modificaros genéticamente, para después cobrar regalías a los agricultores cada vez que siembran la semilla. De lo contrario, la corporación los demanda. Además las empresas que viven de esta tecnología, inducen a los gobiernos aceptar políticas de “entrada libre” a productos transgenicos a los países.
Son muchos los aspectos que debemos tomar en cuenta y conocer acerca de las modificaciones a nuestras semillas, plantas y animales. Debemos exigir información e involucrarnos en lo que esta ocurriendo con la comercialización de transgenicos al menos en nuestro país. Solo así podremos manifestarnos y demandar la Bioseguridad de nuestras semillas, plantas, animales y su vez nuestra permanencia y la de generaciones futuras.
Para más información puedes consultar: http://www.greenpeace.org/mexico/campaigns/ingenier-iacute-a-gen-eacute-t
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