El 25 de abril de hace ya 26 años, nació una niña que hace poco más de diez es mi hermana.
No recordamos cómo fue el inicio de nuestra amistad, simplemente pasó y una noche nos encontramos presintiendo lo que la otra vivía a distancia. Desde entonces, hemos hecho de nuestros deseos, sueños compartidos.
Y aunque no recuerde el momento justo de nuestra chispa de amistad, si recuerdo nuestras risas en el salón de clases y las llamadas de atención de los maestros, cómo se confundían con nuestros nombres y cómo nos burlábamos (burlamos) del mundo. Recuerdo nuestros momentos mágicos, paranormales, extraterrestres, terrenales y carnales. Nuestros ratos de silencio, de risa, cantos, música. Nuestra energía envuelta por voces de grillos arrullados por el viento.
Recuerdo nuestras lagrimas de emoción que conmemoran a los que ya no están aquí y también a la vida. Pienso en su filosofía y sus creencias, en su idioma y también en su aventurada forma de vivir, su madurez y decisión.
Me gusta cuando nuestra familia se convierte en una por nosotras y cuando nuestras madres son tambien una para las dos o dos para una. Recuerdo tanto.:. y quiero tanto más, que 26.:.años son pocos al pensar todo lo que nos falta por vivir y muchos, cuando pensamos en lo niñas que éramos entonces y todo lo que ha pasado en este tiempo.
La frecuencia dedica este día para celebrar a la mejor de mis hermanas y para mi amiga., mi compañera, mi estrella, mi alma vieja, mi filosofa, mi fuerza, mi sonrisa.
Festejo tu vida, tu plenitud, tu gente. a ti siempre... por siempre, hasta el más allá!
viernes, abril 23, 2010
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